Poder hablar acá, asi, sin tapujos me hará bien, lo sé.
Estar sin tí no sé explicarlo por que tampoco supe lo que era estar contigo. Y como a estar solo ya me acostumbré, eso me tiene un poco cansado. Y hasta aburrido. Pero es genial, a veces, debo admitirlo. ¿Quién más, aparte de mí, me permitiría andar en ropa interior en mi casa, durante todo un fin de semana?, ¿quién más me permitiría mirar películas violentas y sin sentido en la tele una y otra vez?, ¿quién más me daría tiempo para escribir cuentos acerca de asesinos futuristas a sueldo, de matonas ultra-violentas y de solteros empedernidos en guerra contra el mundo?. Nadie, lo sé.
Por eso me voy a esconder aquí de vez en cuando, para entender un poco lo que pasa conmigo. Para comenzar a entenderme y ver si así, entiendo a los demás.
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